
El tratamiento de aguas residuales es uno de los grandes desafíos ambientales de la industria moderna. Para enfrentarlo, dos compuestos destacan por su eficacia y versatilidad: el carbón activado y el sulfato de cobre. En conjunto, permiten controlar tanto la contaminación química como biológica en sistemas acuáticos.
Carbón Activado: adsorción eficiente con bajo impacto ambiental
Con una superficie interna que puede superar los 1,000 m² por gramo, el carbón activado es un potente absorbente que retiene compuestos orgánicos, metales pesados y contaminantes recalcitrantes.
Su alta porosidad lo hace ideal para aplicaciones industriales donde se requiere una purificación profunda del agua. Koprimo ofrece versiones en polvo, granular e impregnado, adaptadas a las distintas fases del proceso.
Sulfato de Cobre: control biológico preciso
Por su parte, el sulfato de cobre (CuSO₄·5H₂O) se ha utilizado eficazmente como alguicida y antimicrobiano. Su acción química inhibe microorganismos como cianobacterias y algas invasivas. Sin embargo, su uso debe estar regulado: concentraciones excesivas pueden dañar organismos acuáticos útiles.
En Koprimo, no sólo distribuimos estas materias primas con certificación de origen y cumplimiento regulatorio. También asesoramos a nuestros clientes para usarlas de forma responsable. Con conocimiento técnico, compromiso ambiental y experiencia en distribución, Koprimo es el aliado ideal para empresas que buscan eficiencia en el tratamiento de agua sin comprometer el equilibrio ecológico. Porque no solo vendemos insumos: entregamos soluciones responsables.
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